Ida Rubinshtein - Portrait by Serov
PUBLICADO03.03.2021
Una de las más misteriosas y hermosas mujeres del Imperio Ruso, que nunca obtuvo una formación real de ballet, hoy en día es conocida como una famosa bailarina gracias a su colaboración con los Ballets Rusos de Diaghilev.

Ida Rubinstein nació en una familia muy rica pero quedó huérfana cuando aún era muy joven. Deseaba fervientemente convertirse en actriz, pero después de su primera actuación amateur, los críticos juzgaron su mala pronunciación y voz. La aspirante a actriz comenzó a tomar clases y mejorar las habilidades necesarias para conseguir la carrera de sus sueños.

Era extremadamente alta y delgada, absolutamente preciosa y muy persistente. En 1907, comenzó a tomar clases de ballet con el famoso coreógrafo ruso Mikhail Fokine, y aquello parece que cambió su vida.

En 1909, en Paris, hizo su debut como bailarina en la “Cléopâtre” de Fokine creada para la compañía de Diaghilev. Pero fue en 1910 cuando se convirtió en el modelo para todas las bailarinas del siglo XX: creó el personaje de Zobeide en el ballet “Scheherazade” de Fokine. París se volvió loco, los críticos alababan su “devastadora sensualidad” y su “gracia voluptuosa”. Eso es lo que todas las bailarinas tratan de recrear cuando bailan Zobeide.

Ese mismo año, el pintor ruso Valentin Serov creó el retrato más famoso de la bailarina. Y al contemplarlo podemos estar seguros de una cosa: era inimitable e inolvidable.

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