Alicia Markova
PUBLICADO08.02.2021
Anton DolinTamara Geva

“¿Qué hay en un nombre? Lo que llamamos rosa con otro nombre olería igual de dulce”, escribió Shakespeare “Romeo y Julieta”.  Sin embargo, cuando hablamos del ballet de principios del siglo XX en Europa, todo tenía que ver con los nombres.

Después del gran éxito de las “Temporadas rusas” de Diaghilev, apareció la idea de que los grandes bailarines eran rusos. De hecho, la fama de bailarinas del teatro Mariinsky como Anna Pavlova, Alexandra Danilova o Tamara Karsavina hizo que todo el mundo lo pensara.

Por eso Lilian Alicia Marks, bailarina británica, se convirtió en Alicia Markova, mientras que su partner más habitual: Francis Patrick Chippendal Healey-Kay se convirtió en Anton Dolin.

Por otro lado, el propio Diaghilev insistía en que sus bailarines cambiaran los nombres más “complejos” porque los programas se vieran más bonitos convirtiendo a Georgy Balanchivadze en George Balanchine y a Tamara Gevergeeva en Geva.


En la foto Alicia Markova, Anton Dolin y Tamara Geva. 




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